Universo Tecnológico Cap 17: Cómo la tecnología puede ayudar a combatir la crisis hídrica

La falta de agua en el planeta, una de las consecuencias más dramáticas del calentamiento de la Toerra, es algo que nos preocupa y afecta a todos. Autoridades, expertos e investigadores chilenos ya han advertido en más de una oportunidad sobre un eventual racionamiento del agua para hacer frente a esta escasez. Esta crisis también lo están sufriendo otros países de la región. Hace poco Argentina declaró estado de emergencia hídrica en el río Paraná. A la vez,  México sufre la peor sequía en los últimos 10 años y Brasil en casi un siglo. Mientras tanto que en Bolivia se secó el lago Poopó, el segundo más grande del país, y es inminente la desaparición del glaciar Tuni.

Por un lado, más de 3.600 millones de personas en todo el mundo ya poseen un smartphone, mientras que unos 2.200 millones aún no tienen acceso a agua potable en sus hogares. Pero a pesar de la paradoja, la tecnología de vanguardia y un recurso tan básico como el agua no están hoy tan alejados; de hecho, la primera está logrando aportar soluciones novedosas para que la segunda pueda ser más accesible en muchos lugares del mundo donde aún no es posible abrir un grifo y beber agua.

Hoy la agricultura tiene el desafío de alimentar con productos frescos y nutritivos a una población cada vez mayor, pero con menor disponibilidad de recursos hídricos y de tierra cultivable. Para cubrir la demanda en 2050, la agricultura tendrá que producir casi un 50% más de alimentos, forraje y biocombustible de los que producía en 2012. Esto deberá realizarse con recursos -agua y tierra cultivable- que son cada vez más escasos.

Quien está trabajando de la mano con la tecnología en dicho tema en Chile es la Fundación Para la Innovación Agraria (FIA), dependiente del Ministerio de Agricultura. Destacamos acá algunos programas. Por un lado, está el proyecto Captahydro, que se traduce en el monitoreo y control para mejorar la eficiencia en la distribución del agua en canales de riego, los cuales distribuyen el 75% del agua para uso humano en Chile. Todo a través de equipos y software que permiten modernizar y digitalizar su gestión.

La falta de lluvias han puesto en alerta a los productores agrícolas, quienes deben usar el agua de forma eficiente para no sufrir los graves efectos de la carencia de precipitaciones. Sin embargo, hoy existe una tecnología capaz de avisarles, no sólo cuándo y cuánto lloverá, sino también, cuál es el nivel de humedad de sus cultivos, información que le sirve para administrar el recurso hídrico. Es lo que hace Instacrops, que utiliza tecnología IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) e Inteligencia Artificial para entregar a los agricultores un panorama completo de lo que sucede en tiempo real en sus campos.

Según Naciones Unidas, más de 2.100 millones de personas viven en regiones áridas, que suman el 41,3% de toda la tierra del planeta, y es previsible que esta cifra aumente con la desertización provocada por el cambio climático. Para paliar la escasez de agua en estas zonas existen sistemas como los condensadores de niebla. Investigadores de la Universidad de California han diseñado un sistema pasivo que extrae agua del aire más seco consumiendo solo energía solar, algo que no suele faltar en las regiones desérticas. El sistema se basa en un nuevo tipo de materiales porosos llamados redes metaloorgánicas. En Chile dicha tecnología se aplica en el desierto de Atacama a través de la iniciativa Atrapa Nieblas. Y que corresponde a la niebla que se forma en la costa y luego se mueve hacia el interior en forma de bancos de nubes. También conocida como “camanchaca”.

También en este capítulo conversamos con Pablo Álvarez, doctor en Gestión de Recursos Hídricos de la Université d’Orléans, Francia y director del Laboratorio de Prospección, Monitoreo y Modelación de Recursos Agrícolas y Ambientales de la Universidad de La Serena, y del Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko .